¿De qué va a servir la Junta de Accionistas del Valencia?

Las Juntas de Accionistas del Valencia no sirven para nada. Y no lo digo por esta de hoy, sino que es algo que pienso desde el siglo pasado, que alguno se piensa que esto se ha inventado ahora, y no, siento decirle que no. La mayor cantidad de horas invertidas, y perdidas, en mi vida como periodista, cuando aquellos tiempos en los que éramos 2000 personas en la Fuente de San Luis, se empezaba por la mañana pronto, y se acaba bien entrada la noche.

Y no había rodillos, ni mucho menos, aunque no se avanzaba en nada, porque tampoco es que hubiera demasiada voluntad en hacerlo. Lo de hoy es nuevo capítulo, aunque es cierto que de un libro un tanto distinto. Layhoon tiene que explicar qué pasa con todo lo que no se hace, las razones por las que no se hace, por qué Lim no quiere invertir, por qué su hijo está vez no ha querido ni venir… y no podrá decir lo que piensa, porque las cosas son como son.

Tendrá que aguantar el chaparrón que le caerá de parte de los accionistas que sí van a poder estar, que quedará en poco más que desahogo, se votará, rodillo mediante, y a otra cosa. No me gusta que el Valencia sea eso,  a nadie le puede gustar una cosa así, pero es lo que tenemos, lo que nos hemos ido ganando con el tiempo, y a lo que nos tiene condenados el máximo accionista. Y lo peor es que seguimos sin entender que la forma de salir de esto no tiene nada que ver con lo que hacemos, que es donde creo que está el verdadero drama.