No hay debate sobre si el Valencia se puede quedar o no en Mestalla

Ahora la moda es hablar sobre algo que es inviable, que lo sabemos todos, pero se genera ruido y se usa como arma arrojadiza

Toni Hernández | 19 SEPT. 2023 | 00:04
Nuevo Mestalla

No entendería mi vida sin el Valencia y sin Mestalla. Tengo 49 años y toda ella pasa por mi equipo y por mi estadio. Allí he ido con mis dos abuelos, me han llevado mi padre y mi madre, he asistido con mis amigos, he ido con mi primera novia, con mi mujer y he tenido la gran suerte de poder hacerlo con mi hija. Ese montón de cemento es mi vida, porque de niño a hombre he pasado por allí. Sigo sintiendo un cosquilleo difícil de explicar cada vez que entro y, si tengo que pasar cerca, hago lo imposible para que sea por la puerta.

¿Algún valencianista no siente lo mismo? ¿O al menos muy parecido? Pero una cosa es eso, que es innegociable, y otra rebelarnos contra una realidad que sólo tiene un camino que se empezó a andar hace 17 años, que ha costado más de 150 millones de euros y los que quedan, y pasar una vergüenza que no se acabará en la vida. Para crecer hay que irse. Para poder ser más grande hay que acabar el Nuevo Mestalla y vender las parcelas del actual. Y eso lo sabemos todos, insisto.

Hay una sentencia judicial en contra pendiente de ejecución por la que 12.000 localidades irían por el aire. Mestalla no tiene más espacio para poder crecer (a no ser que el consistorio cediera los terrenos del "ayuntamiento nuevo"). Y que en la Avenida de Las Cortes hay metido mucho dinero, pero muchísimo. Y una cosa más: la idea del Valencia no es cambiar la hoja de ruta. Veo los movimientos, cómo y dónde, y simplemente callo.