Demasiados errores del Valencia en el gran día de Cavani

Una primera parte brillante dio paso a una segunda en la que no se hicieron demasiadas cosas bien, y eso pasó factura al equipo

Toni Hernández | 15 OCT. 2022 | 17:30
Edinson Cavani

El Valencia - Elche arrancaba con varias bajas en el once titular de Gattuso. Diakhaby, Guillamón o Castillejo no podían estar, y de algún modo, era el día para ver la profundidad real de la plantilla. El equipo salía bien, en campo rival, y buscando con todo el primer gol del encuentro. Había ocasiones de Kluivert, varias llegadas de Almeida… la sensación era de mucho peligro siempre. Pasado el primer cuarto de hora, lo cierto es que mandaba el 0-0 en el marcador, aunque las sensaciones del juego iban por otros derroteros totalmente distintos.

En el 19, Cavani la tuvo más clara que nunca, con una jugada maravillosa por banda derecha, que el uruguayo remataba mordida para que la sacara la defensa. En el 21, esta vez el vendaval venía por la izquierda, entre Gaya y Lino, y era Edgar el que paraba la acción. Pero el fútbol es caprichoso, y en la única ocasión que el Elche cruzaba el centro del campo, una falta, Mamardashvili salía a despejar, Bigas se le adelantaba, y se lo acababa comiendo para provocar penalti. Pere Milla, aunque el georgiano se lo adivinó, hacía el 0-1.

Ahora tocaba jugar otro partido, y remar, claro. Al equipo le estaba costando, pero a base de tenor se iba acercando de nuevo. Gayà se internaba en el área en el 39, superaba a su marca, y era derribado de forma clara por un defensor. Penalti a favor del equipo cuando peor se estaba. Cavani lo lanzaba, y esta vez sí, conseguía marcar y el marcador volvía a las tablas. Y en el alargue, el fútbol, al menos en el primer tiempo, fue justo con el equipo, porque otra buena jugada por la izquierda de Lino, acababa en un centro medido del brasileño, y un remate de cabeza perfecto de Cavani para firmar su primer doblete y darle la vuelta al marcador. 2-1 al descanso, que era realmente justo.

Cavani se quedaba en el descanso en el banquillo, por cierto, y entraba en su lugar Hugo Duro. El cambio era por molestias, y el equipo pareció salir algo más tibio. Aunque ya en el 51 pudo marcar de nuevo Kluivert, en un chispazo de fuerza y calidad. A medida que pasaban los minutos nos íbamos entonando, aunque era esencial marcar el tercero. Y más aún después del empate del Elche, que sin llegar demasiado, se veía venir por ese ambiente blando que se estaba dando en Mestalla.

La sensaciones eran malas incluso antes del empate, y tocaba cambiar las cosas desde el banquillo. Y de forma urgente. A base de casta se intentaba cercar al Elche, y Gayà podía hacer el tercero en un rechace, pero su remate acababa en córner. En el 74, un mal Musah se marchaba del campo dando paso a Ilaix, que era un perfil necesario al menos a priori. También entraba al campo Toni Lato por Almeida, que en el 79, ya estaba fundido. En el 80, una transición rápida del equipo, que pocas veces se dio en el segundo tiempo, daba una buena oportunidad a Kluivert, cuyo remate se iba ligeramente alto.

En el 85, se tuvo más cerca que nunca el tercero, con una enorme jugada que dejaba un remate franco a Lato, que se le fue arriba con todo a favor. En el 86, se iban Gayà y Kluivert y entraban Jesús Vázquez y Fran Pérez. El equipo lo intentaba con todo, pero con poco acierto, ese que se tuvo en la primera mitad. El equipo mereció más en algunos momentos, pero luego falló demasiado en otros. El objetivo no es otro que la regularidad.