El problema de hacer de la venta del Valencia un circo

La compra del Valencia no puede ser una broma pesada, ni podemos estar dándole pábulo sin cesar a alguien como Miguel Zorío, que lleva años montándose películas siderales y que sólo se "compran" porque interesa de forma puntual al relato. Entiendo que Miguel se va a enfadar, que me da igual porque se lo he dicho a él a la cara, pero es que esto no puede ser lo de la señora Bernarda. Si tienes el dinero y la forma de llegar a Peter Lim, ¿qué demonios haces convocando rudas de prensa en las que nos dices absolutamente nada?

Decía un gran periodista valenciano, Carlos Navarro, que "mientras que Zorío no diga quiénes son los supuestos inversores de sus ofertas de compra de acciones del Valencia no me merecerá ninguna credibilidad. Afán de protagonismo puro y duro. Todos queremos que Lim venda y se vaya, pero que no nos tomen más el pelo", y no termino de estar de acuerdo con él. Y eso es asi porque un tipo que lleva contando milongas casi una d´cada, que hace 15 años engañó a una Junta de Accionistas con una oferta por las parcelas de Mestalla que era mentira, ¿qué crédito tiene?

"La oferta era de 248 millones de euros por acciones y deuda. La oferta actual es de 212 millones porque descontamos las pérdidas que presentó el club en la última junta", dice don Miguel mientras sigue masticando. La misma persona que habló de Abramovich hace un par de semanas, el mismo que lleva comprando a Lim desde 2014. No, llegados a este punto la culpa no la tiene él, que sigue en su papal, sino nosotros, que seguimos dando importancia a un discurso como este, que no tiene sentido y que tampoco cuenta con ninguna base.