Deberes hechos y mentalidad puesta en el partido del año para el Valencia

Una vez llegó el pitido final en el estadio del Mallorca todas las miradas apuntan al partido del miércoles frente al Athletic. Hablamos de un encuentro histórico, así debemos tomarlo ya que el Valencia tan solo disputó dos finales de copa en este siglo y tiene una oportunidad inmejorable de llegar a la tercera. No será fácil, y el partido se debe encarar con el máximo respeto teniendo en cuenta la trayectoria de los dos equipos pero también confiando en el plus que aportará un estadio que aunque no esté lleno por las restricciones sí presentará el ambiente de las grandes ocasiones. El triunfo de ayer no fue vistoso pero sí levantó la moral de la plantilla tal y como apuntó Bordalás.

Es una oportunidad para un club en horas bajas, pero también para un Bordalás que tiene la posibilidad de llegar a la primera final de su carrera. Y hablando de futbolistas, muchos de los jugadores del Valencia tienen poca experiencia y otros pueden incrementar su palmarés y dar un golpe sobre la mesa después de haber sido discutidos; hablamos de los Guedes, Soler o el capitán Gayà. Es el gran momento de un Valencia que a principio de temporada aspiraba a poco, que se ha visto con demasiadas dificultades en La Liga y que además fue criticado y casi masacrado por parte de la prensa tras el partido de ida.

Ahora sí, es momento de mantener los cinco sentidos en la Copa y aparcar por unos días La Liga ya que del resultado ante el Athletic depende en gran medida el futuro del Valencia CF. Está en juego el orgullo y la ilusión deportiva, pero también se juega lo económico con la posibilidad cercana de alcanzar una plaza europea que en el torneo de la regularidad se ha puesto muy complicada. La semana de la vuelta de copa ya se empieza a jugar desde todos los frentes.