Para todos, incluido el Valencia, 2022 empieza hoy

La vuelta al cole marca muchas cosas, y aunque el fútbol tenga poco que ver, también coincide en el tiempo que arranca el resto del curso

Toni Hernández | 10 ENE. 2022 | 07:00
José Bordalás

El año 2022 empieza hoy, un 10 de enero. ¿La razón? Sencilla. Volvemos a la rutina de verdad, con los niños al colegio, los estudiantes a universidades, con las vacaciones de estos días terminadas quien las haya disfrutado, se han terminado las grandes comilonas, las reuniones con familia y amigos (siempre con el cuidado que hay que llevar ahora por el maldito bicho), y todo hace que la vida se vea como esa rutina que a veces tanta falta hace, y más después de casi 3 semanas de no tenerla. Y para el Valencia, que es otra parte esencial de nuestra vida, también empieza de forma oficial este año.

Aunque ya llevamos 2 partidos jugados y el del día 31 en Mestalla, que estemos en pleno mercado de invierno y que ahora pare la Liga hasta el 19 de enero hace que también lo podamos ver de ese modo. Porque cuando volvamos a disfrutar de nuestro equipo en directo debemos tener otra cara distinta, con altas y bajas que le dan al grupo de Bordalás otro aspecto totalmente distinto. Sigo insistiendo en que el objetivo es competir mejor, y que cuando las expectativas se han centrado en eso y en nada más, nos ha ido mucho mejor.

Meterle una presión extra al Valencia, por mucho que pese nuestra camiseta, no es algo que vaya a ayudar, aunque nadie puede poner en duda que se está a tiempo de todo, y que en un año tan raro como este, que lo va a seguir siendo, todo es posible, y hay que estar muy bien colocado para no perderse nada. Quedarán 18 partidos de Liga para terminar, 54 puntos de los que vamos a necesitar en torno al 60%, unos 32-32, para poder estar optando a jugar en Europa el curso que viene. Para eso necesitamos a todos los buenos sanos (ahora hablamos de ellos) y que las carencias del equipo queden totalmente subsanadas, que eso debe ocurrir en este mercado de invierno. Empieza la vida normal, y como diría mi abuelo Antonio, hoy es día de pantalón viejo. A por ello.