Un partido con dos lecturas muy diferentes para el Valencia

Mal partido del Valencia en el día de ayer, un encuentro para sacar conclusiones y reflexionar ya que el conjunto de Bordalás tiene demasiadas carencias.

Rotaciones

Bordalás jugó al despiste en la previa y afirmó que no es partidario de las rotaciones. En la práctica alineó un equipo plagado de caras nuevas pero el experimento no funcionó, el Mallorca le ganó la batalla y aprovechó la poca sincronización de los locales.

Maxi, otro día sin gol

Desaparecido en la primera parte, el uruguayo no fue capaz de reivindicarse aunque esta vez tampoco sus compañeros ayudaron en exceso. Bordalás fue implacable y lo sentó al descanso. Maxi personaliza a la perfección la falta de contundencia en ataque, el Valencia tiene un problema con su delantero centro.

Un Valencia desinflado

El Valencia de principio de temporada fue un espejismo. Con el transcurso de los partidos se ha comprobado que la plantilla no da para más y los jugadores no han sido capaces de competir, hay que reaccionar pero las perspectivas son malas. Los fichajes no marcan diferencias y se siguen cometiendo demasiados errores en las áreas. La falta de recursos en el día de ayer cuando el Mallorca se quedó con diez hombres fue evidente. El punto dejó un buen sabor de boca pero no fue suficiente.

La grada, revulsivo a medias

No hubo una gran reacción contra Peter Lim y lo cierto es que el público estuvo frío durante 90 minutos. Eso sí, cuando Guedes abrió el camino de la esperanza la presión ayudó a que el Mallorca se viniera abajo.