La vuelta del "puto Valencia": música celestial para nuestros oídos

El regreso del puto Valencia. Me gusta cuando se leen estas cosas en las redes sociales o incluso en los medios de comunicación. Quizá alguno espera que el equipo salga ahora en los partidos con un cuchillo en la boca y vestido como si fuera Rambo, que no he visto eso en ningún encuentro del Getafe. Pero sí que todos deseamos que haya un aumento notable en la competitividad, en el carácter, en la intensidad (especialmente fuera de casa, donde los dos últimos años han sido un desastre).

El puto Valencia no es más que eso, ser un grano en el trasero para cualquier rival, que piense que hora y media contra nosotros es agotador, porque no paramos de correr, de morder, de robar y de atacar, y terminamos desquiciando a nuestro contrincante aunque sea, en teoría, mejor que nosotros. Esas han sido las señas de identidad de los equipos que han ganado cosas. Al menos de los que yo he visto desde Ranieri hasta Marcelino. Cada uno con sus particularidades, pero todos con un patrón de salida muy similar.

Bordalás quiere recuperar el ADN del Valencia, así lo dijo en su presentación. Y él tiene muy claro que es todo lo que hemos comentado... y además, jugar bien al fútbol. Porque se tienen buenos jugadores, no nos vayamos ahora a desgarrar las vestiduras con esa tendencia casi suicida de que lo nuestros siempre es peor que lo de los demás. Y habrá que traer algunos, o muchos, que aumenten el nivel, eso también está claro. Pero ser competitivos ya es un paso. Y muy importante, no lo podemos dejar de lado.