Las faltas de respeto al Valencia ya cansan, es demasiado circo asqueroso

Las faltas de respeto al Valencia, algunas veces propiciadas por errores nuestros que son del todo imperdonables, son una constante en el mundo del fútbol desde que uno tiene uso de razón. Cuando era pequeño siempre preguntaba a mi padre que porqué los resúmenes de los partidos del Valencia en Estudio Estadio (cuando era un programa referencia y no lo que sea que es ahora) duraban 1 minuto y los del Madrid media hora. Los grababa todos, durante años, y me llegaban a caber en una cinta VHS de 120 minutos. Muchos partidos, pocos minutos. Las faltas de respeto ahora son de otro tipo, aunque la esencia sigue siendo la misma. Cuando se es un equipo potente, cuando hay la más mínima opción de poder ser alternativa, en ese momento es cuando se deben lanzar los mensajes que generen ese ambiente turbio que tanto daño hace siempre a quien los recibe.

El caso de Rodrigo Moreno es el último, y repetimos, la venta se puede producir porque al Valencia le puede terminar internando la oferta que le presente el Atlético de Madrid o cualquier otro equipo, pero eso es otro asunto. Aquí primero era la Serie A, luego era la Premier League, y conforme van cayendo los plazos de los mercados o se descartan las opciones porque caen por su propio peso, se va generando otra opción hasta que se haga la fecha en que no se pueden dar más movimientos. Si se queda o si se va Rodrigo es algo que no esté en mi mano, en la de nadie, pero ver el proceso es vomitivo, demasiado frecuente, y llega ya el punto en el que hay que decir basta de una vez por todas y para siempre.