La Copa del Rey se gana... jugando para ganarla

El equipo de Marcelino no se pareció ni de lejos al que estamos acostumbrados, y no es la primera vez que pasa en el torneo del KO

Toni Hernández | 17 ENE. 2018 | 20:43

La Copa del Rey se gana... jugando para ganarla, y no es una forma de hablar. La ilusión con la que se está afrontando este torneo no se merece minutos como los que el equipo de Marcelino brindó contra el Alavés. La primera parte horrenda y con una suerte fuera de la común, dejaba un 0-0 que hacía pensar que lo peor había pasado y que lo mejor, de largo, era el resultado que reflejaba el marcador. Un equipo sin control, sin la personalidad que viene desmontando durante todo el año, justo en el día en el que se tenía que dar todo lo contrario. Jaume y los palos mantenían al equipo vivo.

Pero lo peor estaba por llegar, que es el drama. Nervios, desorden, partido roto y abierto, de ida y vuelta, justo lo contrario de lo que necesitaba y buscaba el equipo de Marcelino, cuyo banquillo también era un manojo de ansiedad, con expulsiones incluidas. El 0-1 fue un golazo, pero el reflejo de lo que estaba pasando: 3 toques, jugadores sueltos, y zapatazo que ya Jaume no pudo parar porque era eso, imparable. La suerte quiso hacer un guiño al equipo, y un centro raro de Guedes terminaba en el 1-1 con ayuda involuntaria de Sivera. El punto de locura que hacía falta, ahora para los locales, parecía calmarse, que ni en eso se estuvo bien. El Alavés se quedaba con 10, y había que ganar como fuera. Mina t Rodrigo hacían una jugada de locura para el 2-1, y ese Valencia ya era reconocible. Pero la cosa quedó ahí, y la Copa demasiado en el aire...