La victoria ante el Málaga no debe tapar las carencias

Opinión/ El Valencia ha realizado un buen comienzo de temporada, pero el equipo debe seguir trabajando con intensidad. El discurso de Marcelino es el adecuado

Jose Hernández | 22 SEPT. 2017 | 08:30

El Valencia se destapó en el apartado goleador el pasado martes, la afición tiene razones para sentirse satisfecha pero Marcelino hace bien en llamar a la calma. A pesar de que los resultados han sido buenos, este equipo sigue teniendo lagunas y detalles que debe corregir, no es algo preocupante pero la euforia no debe nublar a la razón.

El próximo domingo el Valencia afrontará un encuentro muy complicado. En frente estará un rival que en los últimos años ha creado muchos problemas y no ofrecerá concesiones. El optimismo que reina en la ciudad puede ser un factor peligroso para los jugadores, y en ese sentido Marcelino hace bien en reclamar prudencia y exigir la máxima implicación. La goleada al Málaga fue muy contundente y la delantera del Valencia volvió a ver portería, pero un encuentro no sirve para calibrar el potencial y las necesidades de la plantilla. No hay que olvidar que delante estaba un equipo que todavía no ha sido capaz de puntuar y el encuentro se desequilibró por detalles muy puntuales. En cierta forma, y sin restar méritos al conjunto de Marcelino, fue un partido extraño.

El Valencia mejoró de forma notable su eficacia en ataque, pero el técnico no puede estar contento con el rendimiento en defensa de la primera parte. Marcelino siempre ha dado prioridad al equilibrio de la retaguardia, y siguiendo esta línea, la imagen de sus jugadores durante muchos minutos no fue buena. El Málaga hizo daño con demasiada facilidad y se puede decir que la primera parte del pasado martes fue la peor de la temporada en cuanto a prestaciones defensivas. Todo esto ha quedado solapado por el espectacular resultado conseguido en la segunda parte, pero no hay que olvidar que el objetivo es seguir creciendo.

Los jugadores están implicados y merecen la felicitación, pero también debe existir exigencia para no dormirse en los laureles. Un mal resultado en Anoeta podría darse, y entonces volvería el debate sobre las carencias del equipo. Si el Valencia continúa en el mismo camino llegará el premio, que no puede ser otro que obtener una plaza para la Liga de Campeones (clasificarse únicamente a Europa League no debería ser motivo de celebración en un club de la categoría del Valencia). El equipo tiene potencial para conseguirlo pero cabe mantener los pies en el suelo, corregir detalles y competir al máximo en cada encuentro.