Tras la dura derrota en el Reyno de Navarra, el Valencia y Emery tienen por delante cuatro semanas para intentar lavar la mala imagen que el equipo ha demostrado durante las dos últimas jornadas.
Pese a que su entrenador afirme lo contrario en sala de prensa, en las dos últimas jornadas se ha visto un Valencia con falta de ambición, conformista y en el caso particular de algunos futbolistas el pasotismo demostrado ha sido excesivo, como si todo estuviera hecho y las últimas jornadas no fueran más que un simple trámite con el que cumplir por obligación.