Si Juan Ignacio se va, ficharemos a otro. Es lo que vino a contestar Quico Catalán cuando le preguntaron por el futuro del técnico de Rabasa, tentado por varios clubes extranjeros. Un diagnóstico demasiado frío para quien ha llevado al Levante a las mejores cotas de su historia: “Aquí nadie es imprescindible ni se va a quedar en contra de su voluntad”.