La ilusión en el Valencia por ganar otro partido de fútbol

Que el entorno del Valencia tenga ilusión por ganar el siguiente partido. Ni miedo ni angustia, ni tampoco una necesidad en la que poco menos que nos va la vida. Sino simplemente eso, ilusión por seguir creciendo un poco más, por poder mirar hacia arriba aunque sea de reojo y por una vez, que es algo que ya hemos perdido como costumbre desde hace unos años. Que el fútbol sea una sonrisa, aunque sea pequeña, y no un agobio existencial.

Es posible que haya quien critique esta forma de ver el partido contra Las Palmas, del que sigo diciendo que es el más importante del año y que se debe ganar para terminar con el miedo. Pero al mismo tiempo insisto que, con ese miedo como energía, si lo conseguimos ganar, tendremos el derecho a pensar en otras cosas. Al menos a pensarlo, que sin ser nada del otro jueves, es mucho más de lo que teníamos hasta ahora, que sólo era miseria.

De esos días que te apetece ponerte delante de la televisión, porque es fuera de casa, y esta vez, muy fuera de casa, y ver qué es capaz de hacer nuestro equipo. Ilusión, que al final es la fuerza que lo mueve todo, ya no sólo en el fútbol, también en la vida, y que es algo que no podemos denostar de la manera que lo hacemos en Valencia. Yo estoy cansado de sufrir, esa es la pura verdad, y que algo me pueda emocionar, aunque sea poco, vale mucho en estos tiempos.