El Valencia necesita gol, como el comer

Sin gol, el Valencia no se salva. Esto es una máxima que no tiene discusión, porque se tienen que ganar partidos, y sin esto, es obvio que resulta del todo imposible. La idea del verano era mejorar de forma exponencial con Rafa Mir, pero está claro que lo del murciano ha salido mal, muy mal, y entre unas cosas y otras apenas si ha podido jugar a las órdenes de Baraja.

Echarle en cara el fichaje porque no ha salido como se esperaba es lícito, pero creo que también un tanto injusto. Hugo Duro anda más corto que el año pasado, pero cuando está se nota, y cuando no está, también. Aquí la clave reside en todos los demás, porque salvo Diego López, que va sumando dianas, al resto le cuesta un mundo ver portería.

El asturiano lleva 3 goles, sólo uno más que César Tárrega, que es el tercer máximo goleador del equipo junto con Rioja (uno de penalti). Ningún otro defensa ha marcado. Y los del centro del campo, salvo el tanto de Pepelu, también de pena máxima, el día de Las Palmas, y en el de Enzo en Getafe, tampoco han sido capaces de hacer gol. Duele especialmente lo de Javi Guerra, que no será un tipo de 15 dianas, pero tampoco de no llevar ninguna.

Nos queda Dani Gómez, que vio puerta contra el Girona, aunque fuera de rebote, y después nada de nada, aunque ha jugado mucho, pero la mata demasiado los numerosos fueras de juego en los que acaba cayendo partido tras partido. Fichajes de enero aparte, que es obvio que debe haberlos, tenemos que mejorar esta faceta de manera urgente si de verdad queremos pelear con garantías por la salvación de este Valencia.