La muerte del fútbol español ante nuestras narices

El fútbol español se muere delante de nosotros y no hacemos nada. En todo caso asistir como simples espectadores pasivos a la destrucción de la que en su momento fue la mejor Liga del mundo, y que ahora mismo dista mucho de ello. La Premier nos ha pasado de largo, Italia, como poco, está a la altura, y hay competiciones como la alemana que no tienen nada que enviarnos. Y todo ello en un espacio muy corto de tiempo, pero sin freno.

La clase media de Europa se lleva a nuestros mejores jugadores, y cuando viene uno grande, ni Madrid ni Barcelona aguantan el tiro. La posición de debilidad es extrema, el Fair Play Financiero ha evitado unas cosas, pero ha generado otras, negativas, que nos están matando. Se ha alimentado al monstruo de las dos cabezas, y lo demás ni se tenía en cuenta. Pero ahora mismo, ni eso salva ya al fútbol de este país, que, simplemente, no está al nivel.

Si la Liga es lo que es, la Federación... Luis Rubiales es el mismo hoy que antes de la final del Mundial femenino, y quien quiera entender, que entienda. La catarsis que exige esta situación es gigante, pero de dimensiones que jamás hemos conocido. Y si eso no pasa, la condena está sellada y firmada, e igual que nos han pasado unos, nos seguirán pasando otros. En todos los sentidos. Y eso, simplemente, es algo que no podemos consentir.