El legado de Baraja para el Valencia

Rubén Baraja ha regalado al Valencia muchos millones de euros. Primero porque ha conseguido una salvación que era poco menos que una quimera cuando llegó, con el equipo muerto y muchos jugadores totalmente fuera. Y segundo porque ha subido al primer equipo a una serie de chavales que, ahora mismo, no se entendería que no fueran miembros de la plantilla de cara al próximo curso. Javi Guerra, Diego López o Alberto Marí, e incluso Fran Pérez, que por culpa de las lesiones ha tenido menos peso que los tres primeros.

El talento siempre ha estado ahí, y lo sigue estando en Paterna, pero todo tiene su proceso y sus tiempos, y aunque estos chicos han tenido un rendimiento inmediato, debemos tener claro que eso no es lo normal. Y que si ahora viéramos un bajón en su juego no sería para llevarnos las manos a la cabeza. Baraja lo sabe, los conoce, los proteje y sabe cuáles son los siguientes pasos a dar. Aunque eso va a depender de otros factores, y el primero es que en Singapur tengan claro que hacer caso al Pipo es algo positivo para el club.

No sbemos qué pasará, pero sí qué ha pasado. Si fuéramos al mercado a comprar a Guerra o Diego, posiblemente ahora mismo no habría dinero para siquiera hacer una oferta, con lo que imaginemos la importancia de su irrpución en el Valencia. Y eso se lo debemos a Rubén Baraja, que lo tuvo claro desde el primer momento, que no dudó, que no tuvo miedo, y que los puso contra viento y marea, capeando además con cosas dentro del vestuario. El legado del Pipo cada vez es más grande, y ojalá lo sea un poco más.