Las afrentas de Meriton con el aficionado valencianista

Meriton nunca ha mostrado la más mínima empatía con el aficionado valencianista, al margen de la penosa gestión también han sido constantes los desprecios y la arrogancia con el valencianismo.

Falsos valencianistas

En una carta abierta desde el club se afirmó que aquellos que no apoyaban 100% las acciones de la propiedad no eran más que falsos valencianistas. La capacidad de elegir a los buenos y a los malos seguidores del Valencia escoció a la afición.

"Es lo que hay"

Tras cesar a Marcelino y en medio de una gran crispación, el Valencia viajó a Barcelona y cayó derrotado 5-2 en el debut de Celades. Los aficionados estaban preocupados por el futuro, pero lejos de tratar de calmar los ánimos en las redes sociales se lanzó un mensaje poco acertado y que dejó clara la arrogancia de los gestores: "Es lo que hay".Semanas después el propio Anil Murthy se permitió la osadía de mandar callar a los aficionados en Mestalla.

"Con valencianos el club se fue a la ruina"

En este caso el desprecio se lo llevó la sociedad valenciana en general y las palabras llegaron del propio Peter Lim. La lejanía ha sido la tónica y en otro comunicado el propio Anil Murthy como representante del club se permitió el lujo de juzgar la mala gestión de las autoridades valencianas en la pandemia del COVID. Manifestaciones desafortunadas en todo caso.

La guerra con la grada de animación

La Curva Nord era un gran arma para el equipo en los partidos de Mestalla. Lejos de cuidar a los seguidores más animosos el Valencia terminó expulsando a algunos de sus miembros y la grada terminó disolviéndose. Mestalla perdió mucho ambiente.

Silencio en las redes

Actualmente los aficionados valencianistas no pueden expresar su opinión en las redes oficiales del club. La medida no gustó a nadie ya que aleja todavía más al Valencia de los suyos.

Subida de precios

Obviamente el club tiene derecho a poner los precios que considere oportunos, y también a subir el valor de las entradas. Lo que es intolerable es la falta de tacto a la hora de explicar las necesidades del club y comprender que no es fácil para los socios asumir estas subidas cada temporada. Meriton no piensa en el sentimiento del aficionado y la empatía brilla por su ausencia.