Si faltamos al respeto y entramos en temas personales, el Valencia será un lodazal

Si en el Valencia faltamos al respecto al que no piensa como nosotros, tenemos un problema. Si entramos en la vida privada de la gente para justificar nuestras críticas, entonces ya no es un problema, es escoria humana. Porque todo no puede valer, con nadie, en ningún momento. El proceso de venta dejo abierta la barra libre, porque aunque alguno ahora olvida, valencianistas que eran contrarios a Meriton eran insultados impunemente, y alguno hasta tuvo que dejar de ir a Mestalla, que debería avergonzarnos a todos.

Esos límites jamás debieron ser sobrepasados, pero se hizo, y eso ha dejado un poso de “todo vale” muy peligroso, que es culpa de todos, y al mismo tiempo, responsabilidad también de todos terminar con ello, Y aquí, los periodistas, tenemos un papel determinante, que primero pasa por no creernos lo que no somos. Es decir, nosotros contamos las cosas, no somos quienes protagonizamos las cosas. Nosotros no insultamos a nadie (y sí, yo lo he hecho en el pasado, y es vomitivo), y no tiramos a la gente encima de nadie.

¿Pero quién demonios nos hemos creído que somos? Esta vez le ha tocado a mi amigo Julio Insa, y en otras ocasiones a otros con los que no comulgo nada, y me seguía pareciendo igual de lamentable. Esto no es el Valencia ni hablar de fútbol, es un grupo de matones dispuestos a cosas muy feas por no pensar igual. Y eso tiene un nombre más feo aún que los propios hecho en sí.