El Valencia que queremos todos

Todos queremos un Valencia distinto, un Valencia mejor. Mucho mejor. Decir lo contrario no sólo es faltar a la verdad, es insultar a la inteligencia de todos nosotros, faltar al respeto a nuestros padres y abuelos, y pensar que este club, basado en la pluralidad, es sólo de unos pocos a nivel intelectual.

Esa diversidad es la que nos ha hecho grandes, muy grandes, y como la perdamos, como nos dejemos arrastrar por miserias humanas, nos estaremos condenando  de forma irremediable a la absoluta nada, y eso es algo que sólo nos podremos achacar a nosotros mismos, no podremos echarle la culpa a Peter Lim, ni a nadie, de absolutamente nada.

Lo que queremos ser debe estar muy por encima de todo lo que, puntualmente, haya alrededor del Valencia, y para eso debemos extrapolar muchas situaciones, y abstraernos de muchas cosas. Vivir siempre en el fango, o unirse contra algo, y tampoco con demasiada fuerza, es una acción condenada al fracaso en el medio plazo, y al final siempre trae unas consecuencias que son complicadas de analizar, pero que no son buenas, nada buenas. 

Todos queremos un Valencia mejor, no conozco un solo valencianista que no piense de este modo. E igualmente conozco a muchos valencianistas que tienen distintas visiones sobre lo que tiene que ser un Valencia mejor, y eso no hace que sean peores que otros. No voy a pedir nada en este sentido a 2024, que no voy a malgastar deseos en algo que no tiene solución, pero sí me gustaría pensar que el menos somos conscientes de esa realidad, y que si no la cambiamos es porque no nos da la gana.