Reconocimiento, confianza y calma con el entrenador del Valencia

Rubén Baraja le ha dado la vuelta a todo en menos de un año. Salvó al equipo con la ayuda de un grupo de jóvenes con algo más que corazón. Detectó el potencial y la calidad de muchos futbolistas y ahora tiene al equipo luchando codo a codo con los equipos que aspiran a Europa. Dicho eso, y dando por hecho que el reconocimiento al entrenador debe ser incuestionable, no es momento para sacar a la luz otros debates cuando ni siquiera ha finalizado el mes de enero.

Y nos referimos a la renovación del técnico. Baraja es feliz en el club y no piensa en algo distinto que en seguir muchos años en el Valencia, pero no debemos olvidar que todavía no se han logrado objetivos. El club marcó la permanencia como meta, y si el Valencia logra los puntos necesarios en las próximas semanas será el momento de sentarse. Hacerlo sin prisas y sin agobios, con un proyecto sobre la mesa que mire hacia el futuro y sin desviarse ni un ápice de la actualidad deportiva y el rendimiento en liga.

Pensar que el trabajo está finiquitado logrando la permanencia virtual sería el peor de los errores. Si algo ha hecho competitivo a este Valencia es la ambición de querer crecer, no sentirse inferior a nadie y mantener la intensidad semana a semana. Darle demasiado protagonismo a otros debates solo provocará que los jugadores se desvíen del camino correcto, Baraja lo sabe y es el primero que prefiere tomarse las cosas con calma. Todo llegará porque Rubén Baraja se lo está ganando y es el gran líder del proyecto.