El peso de Jaume Domènech en el Valencia actual

Es complicado que un portero suplente sea una de las piezas más importantes de un vestuario. Pero es algo que sucede en el Valencia desde hace varios años con la persona de Jaume Domènech. Es uno de los capitanes de la plantilla, es el segundo portero, con todo lo que eso conlleva, es la mano derecha del entrenador (lo ha sido con todos desde hace una década), es el alma del vestuario…

Y todo ello siempre en el contexto de negarle el pan y la sal, porque jamás se le reconoce nada y son muchos más palos que otra cosa. Él está ya muy por encima de todo esto, porque son muchos años, y de hecho, cuando los que somos amigos hablamos de estas cosas, lo que nos dice es que no entremos en nada, que no vale la pena. Y tiene razón. Y con el tiempo te vas dando cuenta que no hay nada como que todo lo hace hable por él, en todos los sentidos, en distintos frentes, dentro y fuera del terreno de juego.

Es complicado hacer historia en un club, y uno como el Valencia más, sin haber jugando 300 partidos o ganado muchos títulos. Jaume ha disputado 117 partidos oficiales con esta camiseta, y ha tenido la suerte de ser campeón de la Copa del Rey siendo además el cancerbero titular en aquella noche mágica de Sevilla en la que terminó desquiciando nada menos que a Leo Messi.

La suya es una de esas historias de fútbol preciosas, que merecen ser contadas, y que cuando pasen unos años y veamos su figura con cierta perspectiva, estoy seguro de que terminará sucediendo. Lo mismo que tengo claro que su figura seguirá ligada al Valencia más allá de los terrenos de juego, aunque esa será otra historia muy distinta. Sigamos viviendo la actual, porque tengo claro que le quedan muchos capítulos todavía por escribir.