Asco de parones en el entorno del Valencia

Cuando el fútbol para por selecciones, en Valencia directamente enloquecemos. Y no es algo que pase desde hoy, sino que ocurre desde que tengo uso de razón, al menos periodísticas, que es algo que se remonta ya a cerca de 30 años. También es verdad que lo que está pasando de un tiempo a esta parte jamás se había visto, porque ha sobrepasado todos los límites conocidos, y me atrevería a decir que por conocer. 

Y es que aquí todo el mundo ha puesto sus cartas a jugar, se quiere sacar tajada y ya no es tiempo de guardar las formas ni la compostura. Tenemos además el agravante de que los políticos, algunos, se han sumado a esta particular fiesta, cuando lo que tendrían que hacer es estar velando por bien de los valencianos, y mareando bastante menos, que no cobran para ello del dinero público. Hasta ahora se les ha jaleado, a algunos, desde ciertos sectores, pero intuyo que las burradas son ya de tal calibre, que eso se va a cortar de raíz. 

Y que también influye mucho el quién, mucho más que el qué. Es decir, depende de quién haga la burrada, está bien hecho o no, aunque sea exactamente la misma. Lo que nos queda hasta que eche el balón a rodar va a ser duro, muy duro, y creo que todos los que pretendemos “pasar” de esto, lo mejor que podríamos hacer es apagar los móviles y no mirar los ordenadores, para intentar llevar a cabo cierta limpieza mental, que nos va a hacer mucha falta para poder seguir afrontando todo lo que viene sin perder los nervios, que va a tener mucho mérito.