El fichaje al que el Valencia no debe renunciar

El Valencia tiene un “fichaje” que no puede dejar escapar y que fue la clave de la salvación el año pasado: la confianza ciega en lo que se hace por encima de los jugadores que se tienen. Baraja transmitió calma y serenidad cuando el establo estaba en llamas, y eso fue algo que ayudó, y mucho, a los más jóvenes, que se pudieron aislar y rendir restando presión a un contexto que era para salir corriendo de puro miedo.

Esa confianza, que debemos compartir los que estamos en la grada, es la primera piedra para que esta temporada no sea un desastre, que es algo que demasiados tienen en la cabeza, y que sólo el fútbol y los resultados nos quitarán, ojalá, del pensamiento. 

El trabajo que se ha hecho este verano es bueno, es muy bueno, pero está claro que sin los jugadores que hacen falta y que, se supone, que tienen que estar en la plantilla antes del 2 de septiembre. Eso es un hándicap muy delicado, pero mucho, y la suerte que tiene el club es que cuenta con un entrenador que no tiene ganas de incendiar nada, porque sabe que con eso tampoco se avanza nada, aunque pueda hacer que el entorno se cabree aún más. No sé quiénes serán los que compongan la plantilla, pero hay que ir con ellos a muerte, igual que estoy seguro que ellos irán con todo para evitar males mayores.

La limpieza de la plantilla, aunque falte rematar, está hecha y todas las cartas vueltas, y es por ello que sé que las cosas, al menos en ese sentido, van a cambiar mucho con respecto a la temporada pasada. Pero no olvidemos la confianza en nosotros mismos, que es más de la mitad de lo que se necesita para lograr el objetivo.