La construcción del Nuevo Mestalla y el futuro del Valencia

El Valencia y el Nuevo Mestalla han pasado a un segundo plano estas semanas, y me refiero a los políticos, que han hecho amagos de tratar el tema, pero han visto claro, a las puertas de elecciones, que como se metan en charcos de los que no pueden salir, el remedio va a ser mucho peor que la enfermedad. Un poco de demagogia, que de eso nunca falte, algún brindis al sol de quien se esperaba, pero en general, mutismo sobre este asunto, que es capital… pero depende del momento, que oye, ahora hay que votar y la vergüenza de la Avenida de las Cortes o un máximo accionista extranjero, pues bueno, tampoco es para tanto.

Los políticos deben estar lo más lejos posible del Valencia, pero lejos, y sigo sin comprender las voces que piden que arreglen no sé qué. ¿Arreglar? ¡Pero si estamos así es por su culpa! Son los que son, y yo no seré quien los califique, pero tontos no es precisamente una de esas cosas. Saben que no pueden intervenir al Valencia, y por tanto no lo pueden prometer. Se han tenido que conformar con intentar rascar votos diciendo que no se les quiere aquí, pero teniendo claro que, si mandan después del domingo 28 de mayo, se van a tener que sentar con ellos y negociar, porque nadie habla con Meriton, que es la mentira que se intenta convertir, sino con el Valencia, que es lo que algunos, de forma intencionada, obvian.

El Nuevo Mestalla va a empezar a terminarse en cuanto acabe el proceso electoral y mande quien mande. Y eso no lo va a parar nadie, porque es bueno para todos, se diga lo que siga. Y no, yo no me quiero ir de mi casa, pero ese es otro tema del que tendremos que hablar con mucha más calma. Aquí todos han jugado sus cartas, y han usado los peones que han querido, siendo ellos conscientes… o no.