Jaume Domènech, capitán del Valencia y mano izquierda del Pipo

No soy imparcial, eso ya lo sabe todo el mundo, pero cuando los que pasan por el club lo quieren siempre con ellos, será por algo

Toni Hernández | 29 ABR. 2023 | 00:04
Jaume Domènech

Rubén Baraja le ha dado galones en el Valencia a Jaume Domènech. Para todos aquellos que no han estado en un vestuario profesional, incluso sin serlo, puede resultar complicado de entender, incluso muy fácil de criticar. Pero los que hemos tenido alguna que otra experiencia, sabemos que personas como Jaume, dentro y fuera del terreno de juego, son activos que hacen falta como el comer y el respirar. Una plantilla de jugadores de fútbol puede ser una de las cosas más complicadas de gestionar que haya en e faz de la tierra, por distintos motivos que da igual comentar ahora.

Y cuando dentro de esos grupos tienes líderes en positivo, que también los hay del otro palo, te encuentras con un tesoro que no llegas ni a poder calcular su valor. Jaume lleva ya 10 años en el Valencia, nada menos que 10, y todos los que han pasado por el club a nivel deportivo, todos, lo que han querido en la plantilla y a su lado. Y eso no puede ser causalidad nos imposición, que he leído de todo al respecto en este transcurso de los años. El Pipo, que algo debe entender de esto, y que ya lo conocía desde hacía muchos años (coincidieron en Huracán en 2013, y hasta hoy), le ha dado galones y funciones de la forma más rápida posible.

Y por supuesto ha tenido claro que tenerlo sano era muy importante, porque cuando estás en el verde, jugando o en el banquillo, siempre das un plus sobre lo que puedes aportar en otras circunstancias. El domingo todos pudimos ver cómo fueron las cosas, y algunas que no se vieron merecerían ser contadas. Pero estamos hablando de dos personas que, por encima de todo, quieren al Valencia y se van a dejar al alma por salvarlo. Y eso ya es mucho más que de lo que podamos imaginar. Y si encima tienes la suerte de que los dos son amigos tuyos, pero amigos de verdad, entonces sólo cabe emocionarte ante lo que está delante de ti.