Los misteriosos arbitrajes al Valencia en La Liga

Si se pregunta a cualquier aficionado al fútbol sobre el trato recibido por su equipo por parte de los árbitros, la gran mayoría clamaría a los cuatro vientos que los suyos son los más perjudicados. Esto es tan antiguo como el fútbol y la sombra de las conspiraciones es inherente a este deporte. Es la excusa más sencilla cuando las cosas no marchan y en estos tiempos el clima está más crispado que nunca. No es para menos sabiendo que el VAR no funciona bien y el escándalo "Negreira" sigue ocupando portadas que alimentan la sospecha.

Es necesario no caer en tópicos o en el victimismo, y a pesar de que sea un acto de fe, la limpieza del fútbol (o al menos buscarla) debería ser el gran objetivo. Dicho esto y volviendo a reconocer que el Valencia está abajo por errores propios y una pémisa gestión, también es de derecho admitir que el conjunto de Mestalla ha sufrido decisiones que no se entienden. El penalti no pitado en el Camp Nou, el arbitraje en Valladolid u otras acciones en las que el VAR sí fue riguroso con el Valencia, provoca que la indignación entre parte de la afición tenga fundamento; es absolutamente entendible.

Porque la falta de un criterio igualitario y el hecho de que la gran mayoría de acciones se juzguen de forma distinta en cada encuentro es ya de por sí un aspecto que refuerza el argumento de la falta de limpieza. El descenso se va a decidir por escasos detalles y en el Valencia existe la sospecha de que no es un club bien mirado desde la Federación Española con Rubiales a la cabeza (esto tampoco es falso). El debate va a seguir existiendo y hace falta mucho trabajo para que el aficionado siga creyendo en la transparencia total.