El Valencia muere por la falta de pegada, de banquillo y del árbitro

El equipo fue mejor muchos minutos, pero la faltó pegada, le sobró un mal árbitro, y se le hizo de noche con los cambios del rival

Toni Hernández | 29 AGO. 2022 | 22:53
Carlos Soler

El Valencia - Atlético de Madrid empezaba con el fichaje de Cavani. Sí, porque el club anunciaba su llegada, de forma oficial, pocos minutos antes del choque. Pocos cambios salvos los obligatorios, y Marcos André en punta, que era la gran novedad. Los primeros compases eran de presión visitante y un equipo local que intentaba salvarla. Poco a poco, los de Gattuso se iban imponiendo, a base de juego e ideas claras, y cada vez más se jugaba en campo colchonero. Toni Lato estuvo cerca de hacer el primero de falta directa, pero su disparo se iba por muy poco. Nos íbamos acercando a su área, cada vez con más peligro, llegando ya al minuto 20. Y en el 23, balón suelto en la frontal, lo recoge Yunus Musah, y le pega con el alma para hacer el 1-0. Un auténtico golazo.

Pero el colegiado, a instancias del VAR, anulaba el gol por una presunta falta bastante antes del tanto. Una vergüenza más. El equipo era un vendaval y sólo lo paraba un arbitraje lamentable. En el 31, ellos daban señales de vida, y Mamardashvili tenía que hacer una enorme parada a Joao Félix. En el 36, en una segunda tras un saque de esquina, Cömert no hacía el primer por muy poco. Y en el 38, una jugada de simple falta, terminaba en una roja a Thierry Rendall vergonzosa. Una más. Pero el VAR volvía a intervenir, y al menos, ponía algo de justicia, dejando la acción en amarilla. El encuentro se iba afeando, porque empezaba a haber una especie de barra libre peligrosa. En el 49, de nuevo Mamar tenía que hacer una gran parada a Morata para evitar el 0-1. Buena primera, y el resultado, quizá, injusto.

La segunda parte empezaba sin cambios en el equipo de Gattuso. Mucha intensidad de salida de nuevo en ambos, aunque todos midiendo mucho más sus fuerzas. El ritmo no era el mismo, el calor y la humedad empezaban a pasar su factura, y la sensación es que ambos se estaban reservando, de alguna manera, para el tramo final del encuentro. Pasado el minuto 60, el Cholo movía el banquillo sacando jugadores que aquí serían titulares, mientras que Gattuso esperaba su momento. Y ese es el problema, y más cuando cometes errores. Guillamón se duerme, ellos recuperan, contra letal, y gol de Griezmann tras un rebote en Soler.

En el 68, entraban Foulquier y Nico por Thierry y Guillamón, buscando apretar más arriba. En el 73 se marchaban Castillejo y Marcos André y entraban Fran Pérez, el hijo de Rufete, y Maxi Gómez. Y uno más en el 80, ya que entraba Diego López por Toni Lato. El partido caía porque la calidad de los cambios lo era todo, y aunque el equipo lo intentaba, no le daba. A base de corazón, Lino estaba cerca de empatar en el 86, pero su remate se iba por poco. El encuentro se rompía y los colchoneros llegaban de forma plácida ante Mamar, que se iba creciendo. No dio el choque para más. Mucha ilusión, pero mucho por hacer.