Y del Valencia, ¿qué me cuentas?

Las charlas sobre el equipo, que no sobre el club, no son de lo antes, y uno se encuentra hasta con cierto miedo en las preguntas

Toni Hernández | 23 JUL. 2022 | 00:01
Mestalla

¿Qué me cuentas del Valencia? Tiempo de verano, de ver a amigos, de juntarse sin prisas algunas noches del fin de semana, y por supuesto, nuestro querido y recurrente tema de conversación. Es verdad que de un tiempo a esta parte las cosas ya no son exactamente así, pero cuando te juntas con los de siempre, el fútbol sale como lo hacen las historias que hemos repetido mil veces a lo largo de los años.

Hay una cosa que detecto ahora, y es que se pregunta hasta con miedo, como no queriendo levantar mucho la voz por si acaso, como si se tuviera que pedir permiso para poder hablar de tu Valencia, del nuestro. Y a eso no hay derecho, porque el desánimo, o incluso el cansancio, es lo que más se percibe, y además de una forma muy clara.

Hace unos días me juntaba con mi querido Ramón Albors, colaborador de esta web cuando el tiempo se lo permite, y estando unas 4 horas en el mismo sitio, no cruzamos una sola palabra de fútbol, que es que como si vas a un chiringuito de playa todos los días y no acabas tomando cerveza y unas papas. Imposible de todo punto.

Pues así están las cosas, y creo que es algo generalizado, porque la ilusión es algo que no encuentro, aunque también es verdad que no veo débil la militancia, que está claro que será lo que más tengamos que sacar en los tiempos próximos, y que ojalá no pase de ahí y no haya que tirar de épica ni nada parecido, que sería un drama que no podríamos afrontar de forma serena, eso lo tengo claro.

El valencianismo no se ha ganado esto a lo largo del tiempo, ni mucho menos, y si estamos así es, principalmente, por la nefasta gestión de Peter Lim y Meriton, eso no se puede poner en duda ni discutir. Y si a eso le añadimos ese caldo social de tensión de unos contra otros, al final nos sale más a cuenta hablar de la noche de San Juan y tomarnos algo a la salud de la falla, porque eso sabemos que nunca será un mal plan.