Y de repente, ¿la cantera del Valencia sí funciona?

Es como si los resultados se dieran por generación espontánea, como si no hubiera trabajo, como si dependiera de quién mandara en cada momento

Toni Hernández | 20 MAR. 2022 | 00:04
Cristhian Mosquera

La maldad que hay tratando el tema de la cantera del Valencia, desde que tengo uso de razón, resulta algo perverso en grado sumo. Hay momentos en que queremos encumbrar a ciertos jugadores, al precio que sea, y aunque eso pueda conllevar que nos los carguemos (y no voy a poner la lista de víctimas de los últimos años, porque me parece una falta de respeto), seguimos con nuestro discurso. Porque encima partimos de la base de que en Paterna no se trabaja, que los que salen son por generación espontánea, que de repente un chico aprende a jugar al fútbol de forma poco menos que milagrosa, y de manera circunstancial, lleva la camiseta del Valencia puesta.

Creo que todos deberíamos tomarnos un café con José Giménez, gran descubridor de talentos que han pasado por Paterna de los últimos 25 años, y él mejor que nadie podría explicar qué trabajo se hace, y lo mucho que cuesta que un jugador, aunque tenga talento por encima de la cabeza, pueda llegar un día al primer equipo del Valencia. Algunos cambiarían su visión sobre todo esto de manera diametral, lo tengo muy claro. Ahora, “ahora”, el club parece que trabaja bien la cantera. O bueno, no, el club no, porque eso significa no matar a Meriton por algo, y eso está extremadamente prohibido. Porque no es importante que Iranzo, Tárrega, Cristhian, Koba o Javi Guerra, todos por debajo de los 20 años, hayan debutado con el primer equipo.

Porque la tontuna es saber quién los trajo, cómo y si Lim ha tenido algo que ver con todo ello. Pero vamos a ver… que aquí el que los forma y los sube al primer equipo es el Valencia, y nada más que el Valencia, que no nos enteremos de nada y el odio ya no es que ciegue, es que nos está volviendo lo contrario a listos. La cantera del Valencia se lleva trabajando muy bien toda la vida, aunque unas veces se tenga más frutos que otra, y siempre ha habido grandes profesionales que se han ido a un pueblo perdido a ver un torneo infantil y poder detectar talento. Porque así funciona este mundo, ¿verdad don José?