¿Alguien duda de Bordalás como entrenador del Valencia el año que viene?

Todo el entorno está con él como pocas veces he visto, y el club, que exige pero no está loco (espero), también lo tiene muy claro

Toni Hernández | 16 MAR. 2022 | 00:02
José Bordalás

José Bordalás no será el entrenador del Valencia el año que viene”. La historia tuvo hasta recorrido, y muchos medios le dieron eco porque era un tema que venía bien para la guerra con Meriton, que es algo completamente distinto, que jamás se debería mezclar, pero que es algo que ocurre de forma permanente. Todo fue a cuenta del mercado de fichajes, y es cierto que el técnico alicantino dio alguna muestra de estar ya agotado de ciertas cosas, pero quizá no eran las que cierto sector de la opinión pública quería ver. La eterna historia de contar lo que se quiere que pase y no lo que realmente está pasando.

Bordalás los zanjaba todo el día del Cádiz, cuando vivía su primera experiencia extrema en Mestalla, y dejaba las cosas muy claras respecto al pasado más cercano, la ventana de fichajes, y el futuro, lo que puede ser el año que viene, y ojalá por el bien de todos, mucho más allá del 30 de junio que es cuando acaba el contrato que tiene firmado ahora mismo. En ese momento, y bastante antes, ya nos tenía a casi todos en el bolsillo, porque con sus cosas, es un entrenador que está aprovechando echando sus recursos de una manera extraordinaria, y ese perfil es de los que siempre nos ha gustado aquí.

Los que se quejan y lloran por las esquinas terminan cansando, y no hace falta poner ningún ejemplo, porque tampoco se trata de encabronar a nadie. Yo simplemente me limito a repetir la misma pregunta, es decir, si Bordalás será el entrenador de este equipo el año que viene. Porque tengo claro que esa duda no la ha tenido nunca, que aquí está viviendo una especie de sueño aunque luego haya que solventar mil problemas (como en casi todas partes), y lo más importante: la pinta es que hay trazado un plan deportivo que va mucho más allá de lo que pueden ver nuestros ojos en el presente más rabioso, y eso me hace concebir muchas más esperanzas de cara al futuro.