Que el Valencia vete a periodistas es una doble torpeza

Por un lado conviertes en mártir al vetado, y por otrom encabronas mucho más a todo el entorno, si es que eso es posible con Meriton

Toni Hernández | 28 NOV. 2021 | 08:30
Sala de prensa Valencia

Yo he sido vetado como periodista por el Valencia. Fue hace muchos años, y en dos ocasiones. Primero fue Manolo Llorente, porque mi jefe en aquel entonces era Jesús Sánchez Carrascosa, y luego lo hizo, qué cosas, Juan Soler, que con un jugador del Valencia en la puerta de la tele para ser entrevistado, lo llamó y le dijo que si entraba en directo estaba sancionado. Era amigo mío, y aunque se quiso quedar, le pedí por favor que se fuera a casa. Creo que jamás tuve más audiencia y más patrocinadores que en aquel momento. Y lo único que hice fue recibir el castigo público del club.

El Valencia ha vuelto a imponerle un veto a Héctor Gómez. Mi relación con este señor es inexistente desde hace muchos años, y me ha faltado en numerosas ocasiones al respeto. Pero lo que se hace con él no es que sea injusto, es que es torpe por partida doble. Si os está poniendo a parir todos los días, sacáis el paraguas de plomo y a aguantar. Si le impedís entrar en Mestalla, dais por buenos sus argumentos y hasta sus formas, que sería otro tema en el que podríamos meternos, pero ya estoy viejo para guerras. Y sobre todo, hacéis que se genere curiosidad por ver qué es lo que dice.

Estas cosas en pleno siglo XXI dan mucha vergüenza. Y no nos pensemos que estos sólo pasa en el Valencia. Otros clubes de Primera hacen lo mismo. Son entidades privadas, en muchos casos con dueño, que hacen y deshacen porque el fútbol de hoy en día, a nivel empresa, está montando así. He visto estos días muchos gestos de indignación, pocos por parte de profesión, que en estas cosas suele esconder la cabeza debajo del suelo. Pero hay que pensar que mañana le puede tocar a otro, y al siguiente, al de la moto. Hay soluciones, claro, pero parten, como tantas cosas, de que todos actuemos de la misma manera. Batalla perdida.