El Valencia está en manos de los jugadores, más que nunca

El Valencia actual, como el del año pasado, está en manos de los jugadores. Y de unos más que de otros, porque no le podemos pedir lo mismo a Carlos Soler que a Koba, por poner dos ejemplos que son extremos. La gran diferencia es que esta temporada sí tenemos a alguien convencido en el banquillo, aunque cometa sus errores porque nadie es perfecto. Bordalás es lo mejor que le ha pasado al Valencia desde que echaron a Mateu Alemany y Marcelino García Toral a nivel deportivo, y que se esté más o menos alto dependerá de él y los futbolistas, seguro, pero también del nivel de la plantilla comparada con los otros equipos que tendrían que ser nuestros rivales por entrar en Europa.

Y en ese sentido, de 4 partidos contra ellos, 4 derrotas, varias de ellas muy contundentes, de las que escuecen y duelen. Estamos en manos de los jugadores, y es a ellos a los que hay que apoyar sin fisuras, aunque tengamos que pasar noches como la de Sevilla. Antes de arrancar el año decíamos, y lo hemos repetido muchas veces, que hay una serie de futbolistas que tienen que estar siempre bien, que no pueden bajar de su mejor versión, y desde luego, no nos podemos permitir el lujo de que se lesionen. Cillessen no está bien, Paulista va a rachas, Gayà tiene que recuperar el tono de antes de la lesión, Soler ha de estar a punto, Guedes no puede obcecarse en ganar él solo los partidos, Maxi tiene que aparecer un día de estos…

Dependemos de ellos, y de otros que se han sumado, como Thierry Rendall, Omar Alderete o Daniel Wass. Y si la lista aumenta, mucho mejor. Pero el tema es que el Valencia, ahora mismo, son ellos, y hay que arrimar el hombro a muerte. Comprender los fallos y dar aliento en todo momento. Puede haber quien no lo comparta o quien no lo entienda, o quien prefiera estar el día entero dando palos a Meriton (bien ganado se lo tienen), pero eso no va a impedir que el partido del Villarreal empiece el sábado a las 18h30. Y hay que ganarlo.