El fichaje de un mediocentro defensivo en el Valencia es esencial

El Valencia tiene que cerrar de manera imperiosa el fichaje de un medio centro en este próximo mercado de invierno. ¿Tiene que ser defensivo? Lo que debe ser, básicamente, es medio centro, tener claro la importancia posicional de su puesto, conocer su oficio, tener una fortaleza física a la altura de lo que pide Bordalás a sus jugadores, y aportar ese punto de agresividad que el equipo echa en falta demasiadas veces a lo largo de los partidos.

No se trata de firmar a nadie que se dedique a dar patadas como si no hubiera un mañana, que es el estereotipo que incluso se le quiere colgar al entrenador alicantino, sino alguien que aporte todo eso que nos falta en el juego, en los partidos que se ponen cuesta arriba, o de lo que adolecemos cuando nos enfrentamos a rivales que tienen muchos más recursos deportivos que nosotros, como hemos podido comprobar en partidos muy concretos. Mauro Arambarri no es una opción, al menos a priori. Primero porque sigue siendo jugador extra comunitario y en el Valencia no tenemos plazas libres. Segundo porque el Getafe, aunque el 1 de enero tendrá menos fuerza, sigue pidiendo un dinero por él que nosotros no podemos pagar de ninguna de las maneras.

¿Vender a Maxi, dejar libre una plaza, y con ese dinero firmar al uruguayo? Pues es otro escenario, pero parecen demasiados condicionantes para un mercado corto como el de enero. Y que la vida no empieza y acaba en Arambarri, hay muchos más jugadores que pueden venir. E incluso se puede dar que lo haga en junio, y que ahora el refuerzo sea otro perfil. Pero nadie puede poner en duda que el fichaje en el centro del campo se tiene que dar de la manera que sea. Y ganar partidos como el de hoy y estar arriba puede poner un poco menos complicadas las cosas para ello.