El pago del Valencia a los préstamos hechos por Peter Lim

“Al Valencia le esperan dos años difíciles y habrá ventas adicionales de jugadores”. Las palabras de Anil Murthy en la última Junta de Accionistas del club, el pasado 11 de diciembre, todavía resuenan en las cabezas de todos nosotros. Ahora el presidente está en Singapur, y nadie tiene nada claro que vaya a volver (aunque será lo más probable), y sobre todo, no se sabe qué órdenes recibirá allí del máximo accionista del club, Peter Lim. Aunque si hay algo que puede marcar el futuro de la mercantil en el corto plazo es otra cosa que dijo el propio Murthy en aquella junta.

“Meriton Holdings ha solicitado la devolución de los dos préstamos que tiene concedidos al club, uno de 38 millones al 2,8% de tipo de interés, que tiene como garantía los derechos de cuatro futbolistas de la primera plantilla y el 20 por cien de los derechos de televisión, y otro de 16,5 millones, al 3% de tipo de interés, que también está avalado por los derechos de otros cuatro jugadores”. A pesar de los pesares, y después de consultar a diversos especialistas, el contrato, con los jugadores como aval, es una práctica absolutamente normal, y desde el punto de vista de cómo puede verlo Hacienda, hasta conveniente. Pero lo que lo que tendría un pase, y condenaría al Valencia, es que Lim quisiera cobrar los préstamos este 30 de junio.

Es imposible que se genere ese dinero, a esa fecha, si no es por venta de futbolistas. Y tendrían que ser varias, porque además el mercado no estará para muchas alegrías, como hemos visto en este mes de enero. Que haya que vender para poder equilibrar el presupuesto es una cosa (que hemos hecho demasiadas pocas en Valencia), y otra que se quiera estrangular al club de este modo. ¿Es lo que quiere hacer Lim? Siendo el propietario del 85% de las acciones, salvo que las venda, ¿le interesa matar a su sociedad de este modo? En éster asunto, más allá de lo que veamos evidente, y de las palabras de Murthy, vamos a ver cuál es la maniobra final de Meriton. Y qué se puede hacer, legalmente, para evitar un atropello.