Las penurias de 2020 para el Valencia CF

Está siendo un año durísimo para todos pero especialmente para el Valencia en todos los sentidos, en la parcela deportiva se aspira a remontar

Jose Hernández | 12 NOV. 2020 | 08:00
Mestalla

Nadie podía esperar que la sociedad viviría un 2020 tan extraño y sobre todo tan doloroso debido a una sorprendente pandemia que ha cambiado por completo la sociedad. Evidentemente el fútbol no ha sido ajeno a ello aunque en el caso del Valencia se han juntado demasiados factores que colocan al ejercicio posterior al centenario en absolutamente caótico para la entidad. Las malas noticias siguen llegando aunque en lo deportivo se abre un hilo de esperanza que habrá que confirmar en el mes y medio de 2020 que resta.

El COVID destrozó la "estabilidad del fútbol"

Entrecomillamos "estabilidad" porque sabemos que el mundo del fútbol siempre está sujeto a innumerables variables. Pero en el caso del Valencia la pandemia lo ha cambiado todo y el hecho de que la propiedad sea asiática también ha favorecido, Peter Lim ha mirado con extrema cautela la situación y mide cada paso de cara al futuro, de momento la decisión ha sido abortar cualquier riesgo aunque la parcela depotiva se resienta.

Malos resultados y fuera de Europa

La ausencia en la Champions terminó de dilapidar las arcas del club. El Valencia fue eliminado en Europa, en la copa y finalizó la Liga con un rendimiento cercano al ridículo. En el nuevo curso los resultados del inicio de liga también han sido muy deficientes pese a la reciente goleada al Madrid.

Despedidas sentidas y sin fichajes

Nos referimos a la imposbilidad de renovar a Ferran, decir adiós al capitán tras muchos años y perder otras piezas básicas. La ausencia de fichajes llevó hizo entrar en pánico a la afición.

Leyendas que se han ido

En el apartado sentimental también está siendo un año pésimo para el valencianismo. Recientemente nos han dejado Españeta y Juan Cruz Sol, dos golpes muy duros ya que eran piezas esenciales y queridas entre el valencianismo. También murieron otros valencianistas, quizá menos ilustres pero cuya pérdida debe ser también recordada. Si juntamos todos estos aspectos debemos estar de acuerdo en que 2020 es un año para olvidar.