Ir a muerte con el Valencia, mande quien mande, entrene quien entrene, juegue quien juegue

A muerte con el Valencia, con su escudo y su camiseta. Siempre me ha molestado cuando me preguntaban “¿contra quién jugamos?”, porque el rival da igual, porque nosotros vamos a ver a nuestro equipo, en el partido que sea, en la competición que sea, y si nos lo podemos permitir, en el campo que sea. Y no nos puede importar el dueño, el presidente, el entrenador o quién sea el delantero centro, porque al final salen 11 tíos con la camiseta de mi equipo, y yo voy a muerte con ellos.

Porque lo llevo haciendo desde que tengo uso de razón, porque lo haré hasta el día que me muera, y porque no entiendo que nadie enfoque este asunto de otro modo. Soy absolutamente tolerante con todas las formas de ver el valencianismo, hay que serlo, pero partiendo de una máxima no negociable: que el Valencia gane siempre es bueno. Y comienza un nuevo año, distinto a todos, distinto también para mí. Durante décadas he estado encima, al pie del cañón, al lado del balón de un modo u otro.

Este lo comienzo un poco más lejos, pero de todos modos, con la misma pasión y con la misma intensidad. Esa que ahora mismo me dice que cuando se pueda volver a Mestalla, lo mejor será verlo desde casa, por muchas cosas. Pero iré a muerte con mi equipo, porque no sé hacerlo de otro modo, y cuando el balón eche a rodar, todo lo demás me dará igual. Porque realmente no tiene ninguna importancia.