"El Valencia debe vender para crecer": ¿a qué le tenemos miedo?

El club debe dar el paso después de 4 años sin cerrar grandes salidas, porque es obvio que se impone un cambio por muchas circunstancias

Toni Hernández | 25 ABR. 2020 | 08:00
El Valencia celebrando un gol

Una ley básica: el Valencia debe vender para crecer. Y para poder llevarla a cabo en toda su plenitud, lo que no hay que tener nunca es miedo. Y por supuesto, se debe contar con un plan. El Valencia, de 2017 a 2019 ha tenido una estrategia, que ha salido bien, porque los resultados están ahí, son indiscutibles, y el trabajo especialmente de Mateu Alemany en los despachos, y de Marcelino en el césped, dieron dos cuartos puestos y una Copa del Rey. El mator botín deportivo en muchísimo tiempo. Negar eso es negar la evidencia. Pero este Valencia, y eso iba en contra de lo que pensaba el propio Alemany ("el crecimiento a largo plazo del Valencia sigue pasando por la venta de futbolistas, es lo que entiendo como gestor", dijo en mayo de 2018), no ha vendido a nadie importante en este tiempo.

Se han hecho fichajes de colunma vertebral, como Neto primero y Cillessen después, Paulista, Coquelin, Kondogbia, Guedes, Maxi Gómez... Se ha hecho una firme apuesta por la gente de la casa, con Gayà siendo un líder, Jaume, Soler, Kang in Lee, Ferran (a la espera de renovar) o Toni Lato. Pero no se marchó nadie "gordo" para hacer uno o dos fichajes de la misma magnitud. El Atlético de Madrid compró jugadores por más de 240 millones de euros el pasado verano... pero cerró ventas por más de 300, y algunas de ellas, como la de Griezmann, estaban más que pactadas desde el mercado estival del curso anterior. Eso es tener un plan y no tener miedo. ¿Que se van estrellas? Que se tenga preparado el repuesto, eso es lo único importante. Como hacía Javier Subirats hace casi 20 años, un modelo que era bueno y del que sólo se dice que fue exitoso, no la forma en la que se llevaba a cabo.