Los buitres alrededor del Valencia: todo muy previsible

Son una especie que siempre está, cambiar los nombres pero no las intenciones, y siempre se repite el mismo patrón de forma inalterable

Toni Hernández | 12 MAR. 2020 | 07:00
Mestalla

Alrededor del Valencia siempre ha habido buitres. Esto lleva pasando desde que tengo uso de razón, y ha dado igual quién mandara, porque esa especie siempre estaba. Son gente que está fuera del club, que quieren estar dentro o que han estado. Que no han puesto un clavo en su vida y siempre han querido mandar. Que cuando han estado dentro no han hecho nada, han sido los reyes de la cabotà y han salido por la misma puerta de atrás que cuando entraron. Eso sí, se permiten el lujo de dar lecciones morales sobre qué hacer y qué no hacer cuando ellos, el día que tuvieron la ocasión de dar ejemplo, no aportaron nada. Y esperan el momento de poder saltar sobre el cadáver para poder llevarse lo que sea.

¿Esperan para ayudar en algo? No, para intentar volver a a medrar, que es su forma de vida. Cuando están fuera y el equipo no va bien, salen como los caracoles después de un día de lluvia. Se erigen como salvadores de la patria, como tipos a los que se les puede confiar las riendas de la entidad. Todo lo sabían después de que hubiera pasado, que antes no disparaban ni una, y por supuesto, todo lo que no sea del tiempo en el que estaban ellos en el Valencia, aunque su participación fuera una o ninguna, es mano de santo. Y siguen ahí. Algunos incluso habiendo vendido sus acciones y hecho negocio a costa del club. Pero eso sí, a la hora de la verdad, a la hora de ponerlos, siempre les pasa que se han dejado la cartera en casa. Buitres, nada más.