El Valencia será campeón de Europa jugando a la contra

El equipo sufrió, jugó mal, estuvo muchos minutos a merced del rival, pero la contra es mortal y con dos zarpazos decidió el partido

Toni Hernández | 11 ABR. 2019 | 22:51
El Valencia celebrando un gol

El Valencia necesitaba marcar en Villarreal y salió dispuesto a ello, y a los 5 minutos se encontró con un claro penalti a favor que volví a fallar Dani Parejo, preocupante, pero que una flecha llamada Gonçalo Guedes, al que se lo habían hecho, convertía en el 0-1. No se podía poner mejor el encuentro y la eliminatoria. Lo cierto es que el encuentro había empezado algo frío, y después del gol tuvo más tiempo en ese mismo estado, aunque los locales se estiraban, lógicamente. Los de Marcelino, eso sí, empezaban a tirar contras con peligro. Lo cierto es que cada equipo jugaba sus bazas con su estilo, con el Villareal llegando con toque y los visitantes directos. Mediada la primera parte todo estaba como el que iba ganando quería, y eso había que aprovecharlo. Los de Marcelino iban trabajando el partido, un trabajo sucio, poco vistoso, pero el que se debe hacer en estos casos. Aunque lo que no estaba previsto era el fallo de Garay y el penalti que iba a cometer el argentino sobre Iborra que Santi Cazorla convertía en el 1-1. El gol dejó tocado al Valencia, que sufrió el resto del primer tiempo, que terminó en tablas.

La segunda parte empezaba con las mismas pautas: el Villarreal a tocar y el Valencia a llegar con juego directo. Y con ese escenario pasaban las cosas. Neto salvaba los muebles en el minuto 57 con una parada antológica, y eso debía despertar al equipo, que hacía cambios, metiendo a Piccini por Roncaglia. Y poco después entraba Coquelin por Ferran, manando a Wass a la derecha, y el dibujo era más reconocible. Cheryshev era el tercer campo, por un desaparecido Gameiro, y por delante había 20 minutos para intentar hacer algo… lo que fuera. Con Guedes y Cheryshev arriba empezaban a pasar cosas, o al menos el Villarreal no salía tan cómodo. El gol empezaba a rondar la portería local, y eso no había pasado durante muchos minutos, y el Valencia “olía la sangre”. El partido fue muriendo por el miedo de ambos a un peor resultado, pero si a Parejo le dejas pensar... jugada brillante del equipo en ataque en el, con pase magistral de Gayá y gol de Wass. Pero quedaba el remate, con otra contra genial que culminaba Guedes apra hacer el 1-3. En el 85 era inviable, pero en el 93, el Valencia huele a semifinales.