El nivel de exigencia del Valencia 18/19, con los pies en el suelo

El nivel de exigencia del Valencia 18/19, con los pies en el suelo es algo que nos tiene que salir natural como la vida misma. No vamos a abandonar una bandera que algunos no veían adecuada el año pasado, “de dónde venimos”, pero que este curso si vendrá bien. A los que no hemos cambiado la forma de pensar, nos valía el año pasado y este también, lógicamente. ¿Qué se le debe exigir al equipo? Por potencial deportivo, más allá del peso de la historia, es que se este a final de temporada entre los cuatro primeros de la tabla, porque eso es una condición básica del club para poder seguir creciendo, para poder continuar con las inversiones en jugadores y para poder evitar, dentro de lo posible, la venta de futbolistas que sean básicos para el entrenador. Aunque eso no implica que un día vayan a salir, que no es lo mismo.

Esos mínimos, porque este año sí, son mínimos, se deben dar, y aunque no se ha empezado ni mucho menos como se esperaba (y se necesita), lo cierto es que las prestaciones de la plantilla irán a más durante el curso, eso es algo con lo que se puede contar seguro. ¿Pero se puede ir más allá? ¿Se pueden esperar títulos en el corto plazo de tiempo? Es más, ¿se deben exigir con todo lo que conlleva una expresión como esa? Con los pies en el suelo, ahora mismo, no. Pero sí que se puede apretar, y mucho, con reducir las distancias que hay con los de arriba, que será el primer paso para poder alcanzar, de nuevo, la gloria.