La defensa del Valencia CF en 2018-19

Esta campaña se han mejorado los números defensivos respecto a otras campañas, pero Marcelino no puede estar plenamente feliz por el rendimiento

Jose Hernández | 25 MAR. 2018 | 08:00

Cuando Marcelino García Toral aterrizó en Valencia el pasado año lo primero que apuntó es que había que corregir la sangría defensiva. El equipo no podía cerrar una temporada encajando tantos goles y queda claro que las cifras han mejorado de forma ostensible en 2016-17, no obstante, queda mucho por mejorar.

A este Valencia le ha salvado el gran poder atacante de sus jugadores. Se han marcado muchos goles y los delanteros han estado por encima del nivel esperado. Pero al contrario de lo que podría pensarse cuando comenzó la liga, el poder defensivo no ha sido la base del éxito. Marcelino no puede estar contento con los 31 goles encajados, una cifra que lógicamente aumentará de aquí a final de temporada. La pasada campaña se habían encajado 51 tantos, pero hace dos temporadas el Valencia solo sumaba tres goles en contra más que en la actualidad. Los 31 goles encajados son demasiados si los comparamos a los 22 que llevaba el primer Valencia de Nuno o las cifras en las que se manejaban otros entrenadores de un perfil similar al de Marcelino como Quique Sánchez Flores o Benítez.

No es un problema exclusivamente de la línea defensiva sino que afecta a todo el equipo, pero no cabe duda de que los zagueros se han mostrado muy irregulares. Las constantes lesiones han impedido que se pudiera dar continuidad a una defensa base, y a pesar de todo ello los números podrían ser todavía peores si Neto no hubiera estado tan acertado. La próxima temporada será uno de los puntos a tener en cuenta, el Valencia debe mejorar su solidez en la retaguardia.