Peter Lim y el Valencia: "así, sí"

Hace solo un año el Valencia CF pasaba por uno de los momentos más duros de su historia reciente, el club no tenía un horizonte positivo y la situación deportiva era caótica. Peter Lim veía desde la distancia como la entidad se parecía a todo menos a un club de fútbol, con una presidenta que desconocía los códigos futbolísticos y un vestuario caprichoso que plasmaba en el campo la desorganización del club. Como máximo accionista no cabe duda, el singapurense era el mayor responsable; demasiadas decisiones equivocadas y una total falta de sintonía con los deseos y aspiraciones de la afición llevaron al caos. Su modelo había fracasado por completo y todos los que en su día criticaron la gestión tenían razones de peso para pedir cambios. Afortunadamente se produjo un giro absoluto.

La buena situación actual no deslegitima a los que en el pasado alzaron la voz, una entidad con casi cien años de historia no podía ser maltratada de aquella manera. Ahora no todo es perfecto, por ejemplo el editorial firmado en nombre del club en el que se atacaba a aquellos que hace meses estaban disconformes fue un despropósito total. Meriton ha comenzado a hacer las cosas con cordura, pero para ello tuvo que atravesar un periodo de auténtica miseria y dejar atrás parte de sus encasillados métodos a la hora de trabajar. El modelo asiático y el desapego con la gente no conectaba con el fútbol español, pero el error más grave fue colocar en el club a gente sin la suficiente experiencia y con el único bagaje de contar con el aval de Lim. Por todo ello, y al igual que en su día muchos censuramos con dureza las decisiones, ahora es momento de reconocer que las cosas han cambiado. Una gran noticia que hay que acoger con prudencia.

En su día Prandelli puso el dedo en la llaga de los problemas que tenía el club, incluso un mito como Mario Alberto Kempes tuvo que sufrir el desprecio de la entidad por decir algo que la mayoría pensaba: en el Valencia no había gente de fútbol. La figura de Mateu Alemany ha servido para poner orden en todas las esferas, se le ha dado poder absoluto a la hora de tomar decisiones sin injerencias ni imposiciones, éste es uno de los mayores aciertos de Peter Lim. Porque el empresario asiático sigue mandando y tomando las últimas decisiones (obvio y razonable), pero ahora lo hace sabiendo exactamente donde está su sitio.

Su viaje a europa y las reuniones mantenidas con el PSG y otros clubes justifican su figura en el club. Lim puso dinero en el Valencia en su momento, pero durante mucho tiempo trató a la entidad como un banco de pruebas, se podría decir que como un juguete. El valencianismo no podía tolerarlo y por eso entró en guerra con la propiedad. Con Alemany ha llegado la tranquilidad, él eligió a Marcelino y ha llevado el timón en el mercado de fichajes. Las decisiones se toman en consenso y Lim tiene la posibilidad de utilizar sus contactos y experiencia en los negocios para hacer al Valencia más fuerte. El club sigue teniendo problemas económicos pero cuenta con una plantilla de profesionales implicada, deportivamente el primer paso será volver a europa, la primera piedra para devolver la grandeza al club cerca del centenario. Si se sigue trabajando en esta línea y se cumplen las promesas (acabar el estadio por ejemplo) llegarán los resultados y será el momento de felicitar a Peter Lim. Hay que ser optimistas, no olvidar los errores del pasado pero afirmar con rotundidad: "así, sí".