El peligro de tener una plantilla corta

Son días de poco movimiento deportivo debido al parón liguero, los jugadores del Valencia que no se encuentran con su selección disfrutan de un merecido descanso que servirá para recargar pilas antes de que la competición retorne. El gran susto de la semana ha sido el percance sufrido por Simone Zaza, el italiano temió por su rodilla pero en principio parece que todo quedará en una lesión breve. Este tema ha vuelto a poner de manifiesto que la corta plantilla del Valencia puede ser un problema a medio plazo ya que existen posiciones que no están lo suficientemente cubiertas.

Marcelino fue muy claro a su llegada, había que aligerar el grueso del equipo y quería trabajar con pocos jugadores. Siempre ha optado por esta filosofría, pero ya han aparecido los primeros problemas. El Valencia notó en exceso la baja de Kondogbia y Carlos Soler tuvo que actuar como apagafuegos debido a que el técnico no termina de confiar en Maksimovic. El centro del campo es una de las zonas desprotegidas y hay que recordar que Parejo ya ha visto cuatro tarjetas y está muy cerca de la suspensión.

La salida de Cancelo dejó huérfana la banda derecha, pero Marcelino ha encontrado una gran solución con la plena incorporación de Nacho Vidal. Más problemas existen en ataque, ya que a pesar de que Guedes puede jugar en punta parece que no existen demasiadas alternativas en caso de ausencias. Zaza y Rodrigo han comenzado con buen pie, pero ante un posible imprevisto el Valencia quedaría muy tocado ya que tan solo Santi Mina puede actuar como delantero específico. En resumen, parece necesario moverse en el mercado invernal para afrontar la segunda vuelta con total garantía.