En el Valencia hay un objetivo y dos palabras prohibidas: Champions League

El Valencia ha prohibido a sus jugadores hablar de la Champions League. En concreto Marcelino García Toral. Como titular está bien, porque es impactante, es duro, fuerte, con cuerpo, pero más que probablemente exagerado y seguramente, en parte seguro, algo imaginario. Si nos referimos a una actuación literal,e s decir, que el entrenador haya ido al vestuario antes de salir a entrenar y les haya dicho, “chicos, el que hable de jugar la Liga de Campeones me lo limpio esta semana”. Eso ya podemos decir que no ha pasado, aunque otra cosa muy distinta es que dentro se tenga claro que ese no es el discurso, que la presión debe ser para otros, y que cuanto más tapado se vaya, mucho mejor.

Está también igual de claro que cuantas más jornadas se esté arriba, esto tendrá menos sentido o menos peso, pero esa situación tiene que venir, y hoy, lo que tienen la obligación de estar entre los 4 primeros por plantilla y los cursos recientes son otros. El Valencia no deja de ser un equipo en formación, que crece muy rápido, y que si acaba cuarto, habrá saltado 8 puestos respecto a sus dos últimas ligas, que es una burrada, aunque para algunos pueda ser “lo normal”. Y quizá esa “prohibición” debería también partir del entorno, disfrutando más del día a día de este equipo, que vale la pena, y dejando de pensar en lo que vendrá mañana, que primero es hoy, y como nos despistemos en eso, habrá muy poco que hacer.