Marcelino García Toral o cómo cambiar el pensamiento de toda una afición en 3 meses

Mal visto por un gran sector de la grada y por el entorno, ahora es un tipo más que bien considerado, y todo ello ganando un solo partido oficial

Toni Hernández | 14 SEPT. 2017 | 00:01

Marcelino García Toral era un entrenador mal visto por la afición del Valencia hace apenas unos meses. Nadie, yo tampoco, había olvidado que en 2008 dejó tirado al club para firmar por el Zaragoza, dando paso a la era de Unai Emery en el club, y que desde entonces, cada vez que había venido a Mestalla, en varias ocasiones, las había tenido tiesas con el personal y con los medios de comunicación. La polémica con el césped del estadio se estuvo arrastrando meses, después de una declaraciones del técnico asturiano sobre el estado de la hierba antes de un encuentro contra el Villarreal. Ya cuando estuvo a punto de ser el relevo de Pako Ayestarán el año pasado esto salió a colación, porque nadie había olvidado aquello, y precisamente estos capítulos eran los que le hacías ser menos favorito al cargo.

Pero lo cierto es que Marcelino, del que se dijeron también muchas burradas, como que iba a dimitir antes de que empezara la Liga porque no le iban a traer fichajes (algo por lo que nadie ha salido todavía a disculparse), a base de trabajo, que se daba por sentado, de ciertos resultados (los posibles en apenas 3 jornadas de competición), pero sobre todo con un discurso serio u sensato, "yo no vendo milongas", ha conseguido meterse a la gente en el bolsillo. Esto es largo y falta mucho, para bien o para mal, pero si acaba bien, es posible que el Valencia haya encontrado entrenador para tiempo, algo que es básico para construir un gran equipo de futuro.