Los bandos en el Valencia de Peter Lim: siempre con la repugnante trinchera

Esta historia es más vieja que andar, y nadie se da cuenta que los medios y los que van de estrellas, sólo conseguimos hacer el ridículo

Toni Hernández | 21 JUL. 2017 | 07:30

Los bandos en el Valencia, esa guerra sucia y repugnante que sigue vigente con el paso de los años, y que por supuesto sigue viva. Esa puesta en escena de rivales sobre las tablas del teatro por el puro interés, que con 4 noticias frescas y 2 campañas de publicidad de mejor o peor importe cambian de opinión como de camisa. Tengo como orgullo el poder decir que al Valencia le he facturado en vida 2000 euros, en marzo de 2007, cuando el club hizo una campaña en medios para devolver el dinero a los socios que habían comprado su entrada para el partido de vuelta de semifinales de Copa del Rey, que al final terminaríamos ganando en el Calderón al Getafe. Por eso siempre he podido pensar y decir lo que me ha dado la real gana, algo que gracias a Dios sigo haciendo. No debo nada a nadie, y no me deben nada.

Con Peter Lim he tomado mi postura: no estoy de acuerdo con todo lo que hace, ni mucho menos, pero en el global de lo que pretende hacer la apoyo, estoy de acuerdo, y desde luego contento porque haya decidido que las cuestiones del club las lleven personas que sean profesionales. Y no me tapo ni me escondo, Damiá Vidagany debía estar con ellos. Pero resulta que Lim y su entorno no dan de comer a todos, no ponen campañas de publicidad como si no costara, algo que se les prometió por parte de quien no ponía un duro. Los odios personales llevan a decir burradas personales, que convierte todo en una especial bochornosa, con periodistas pegándose palos como si de verdad fuéramos nosotros los protagonistas. Yo mismo lo he hecho, aunque en aquel momento no hubiera twitter, y me da vergüenza, lo admito. Y mientras generamos bandos, y la gente toma partido, y caemos en el error de olvidar que el Valencia es lo único que importa.