Valencia CF-Real Madrid (2-1): Y al final del pasillo... BAÑO

El Valencia tumbó al 'equipo imbatible': tras una primera mitad desquiciante por el arbitraje, los de Nuno hicieron al Madrid hincar la rodilla.

Paco Polit | 04 ENE. 2015 | 18:51

El Valencia CF doblegó al Real Madrid (2-1) tras remontar el gol inicial de Cristiano Ronaldo; los goles de Barragán y Otamendi hicieron caer a los de Ancelotti 22 partidos después.

La batalla arrancó con furia por parte valencianistas, muy intenso en la presión en zona de ataque para ahogar al Madrid en la salida de balón. El primer acercamiento tardó apenas un minuto. El Madrid apenas tuvo la posesión del cuero en los compases iniciales, cuando los de Nuno apretaban con todo para taponar espacios y robar con rapidez cerca del área de Casillas.

Gil Manzano se encargó de desnivelar la balanza cuando el Madrid ni siquiera había disparado entre palos. Al filo del cuarto de hora, un 'tackling' limpio de Orban, al suelo, llevándose el balón tras su entrada, fue penalizado con falta. De una decisión equivocada nació la jugada del gol: tras botar la falta, una prolongación al primer palo impactó involuntariamente en el brazo de Negredo. El equipo se quedó helado mientras el colegiado extremeño señalaba con facilidad el punto de penalti. Cristiano, agradecido, no desperdició el enésimo regalo de la temporada para engordar sus guarismos.

El 0-1 no sólo sacó al Valencia del partido, sino que metió de lleno al colegiado, al que se le fue de las manos por completo el choque. Un carrusel de amarillas comenzó a lastrar a un Valencia desquiciado por el doble rasero empleado, con cartulinas alucinantes a Gayà tras saltar al césped (con el OK del cuarto árbitro) y a un Mustafi que vio en primera persona a Cristiano clavar un 10.0 desde su particular piscina imaginaria.

Mientras, Sergio Ramos clavaba su rodilla en la parte baja de la espalda de Negredo: una acción claramente amonestable, y que culminó en un esperpéntico espectáculo del camero fingiendo un dolor inexistente y Pepe pidiendo las asistencias para su compañero, en aras de un mejor disimulo. Dantesco.

Más allá de una media volea de Alcácer, la batalla de Negredo contra los centrales estuvo cerca de dejar réditos en el tramo final, justo después de una ocasión clamorosa de Cristiano (en posible fuera de juego), que erró en el remate a puerta cuando Alves estaba batido y lesionado en el suelo. Respondió minutos después Gomes con un zapatazo desde el borde del área, que golpeó en Pepe y se hubiese colado en la portería de un Casillas vencido de no ser por la cepa del poste. Con semejante oportunidad de empatar, y con medio equipo amonestado, el Valencia enfiló el túnel de vestuarios entre una pitada ensordecedora al colegiado.

La segunda mitad arrancó con un ocasión increíble de André, cuyo disparo desde la frontal se marchó por milímetros desviado mientras Casillas repetía la estatua. La banda izquierda blanquinegra se hizo una autopista y Gayà, insultantemente maduro en la elección de opciones, alzó la cabeza y vio desmarcado a Barragán en la banda contraria. Su disparo raso y cruzado tocó en Pepe y se coló en la meta de Casillas. Locura en Mestalla, choque en tablas y justicia equilibrada. Arrancaba un partido nuevo.

Faltaba culminar el buen momento, la remontada, la locura. Y se logró a balón parado, igual que había llegado el tanto madridista. Con Piatti en la enfermería, le tocó botar el saque de esquina al capitán. Y Parejo puso un 'caramelo' en la testa de un trailer llamado Otamendi, que entró con todo en el corazón del área para apuñalar de cabeza a un Madrid desorientado y herido. Mestalla explotó. Otro terremoto para apuntar en la escala de Richter. El baño futbolístico en la segunda mitad se culminaba con una remontada para la historia.

Pese a la superioridad local, la incertidumbre seguía siendo alta. El equipo apretó las clavijas en defensa y se mostró dispuesto a no conceder ni una ocasión al Madrid de un Ancelotti que buscó dar entrada a más pólvora y control con Jesé y Khedira. Nuno movió ficha retirando a Barragán, 'fundido' y ovacionado (por eso el fútbol es grande), para darle el carril diestro a Feghouli. El argelino ayudó en su costado y buscó las cosquillas a Marcelo mientras los merengues se encomendaban al balón parado. Ramos, de cabeza, tuvo una ocasión inmejorable para hacer el empate.

Los últimos diez minutos fueron material radioactivo: el Madrid buscó el ataque directo mientras hombres como Orban u Otamendi se agigantaban. Diego Alves reservó plaza en el santoral con una de las paradas del año a un cabezazo inapelable de Isco. Mestalla se calzó las botas y bajó al césped a achicar agua, a empujar, a alentar y animar. En el partido del año, la grada estuvo a la altura una vez más. Le habían robado la ilusión hace años, la habían acusado de no levantar partidos. La hinchada llevó en volandas al equipo cuando las fuerzas flaqueaban, callando bocas una vez más. La galaxia implosionó, veintidós partidos después. El agujero negro se llamaba Mestalla.

Ficha técnica

Valencia CF. Alves, Mustafi, Otamendi, Orban, Barragan (Feghouli 73'), Parejo, André Gomes, Enzo Pérez, Piatti (Gayà 22'), Negredo (Rodrigo 80'), Alcacer.

Real Madrid. Casillas, Carvajal, Pepe, Ramos, Marcelo, Isco, Kroos, James (Khedira 70'), Bale (Jesé 70'), Ronaldo, Benzema.

Goles

0-1 Cristiano (min. 13); 1-1 Barragán (min. 52); 2-1 Otamendi (min. 64)

Árbitro: Gil Manzano (Colegio Extremeño). Mostró amarilla a Ramos (min. 14), Gayà (min. 22), Enzo Pérez (min. 28), Mustafi (min. 33), Isco (min. 38), Alcácer (min. 41), Parejo (min. 42), Orban (min. 58), Carvajal (min. 62)