Juanfran, el granota más presente en Primera División

El de Orriols rompe todos los registros con el Levante UD

Redactor Jefe | 11 ENE. 2014 | 14:03

Juanfran se fagocita con la historia más reciente del levantinismo. Hay una estrecha sinergia entre ambos componentes. Ungido con la condición intransferible de capitán, a sus treinta y siete años, cuando otros jugadores atraviesan por un período de reconversión forzoso para adecuarse a otros menesteres, alejado ya de los terrenos de juego, el lateral sigue coleccionando heridas de guerra, instalado en el interior del verde empecinado en derribar registros con la elástica azulgrana pegada a su cuerpo para seguir haciendo amplificando los ecos de historia de la institución del barrio de Orriols.

Hay registros que son totalmente intransferibles. Se convierten en claros exponentes de un hecho y cuentan con un valor absoluto por el elevado contenido que encierran. El defensor granota se enfrenta a uno de esos hitos que marcan una tendencia. Lo hará el domingo a partir de las 21:00 horas si salta al coliseo azulgrana para medirse al Málaga en el partido que cierra el capítulo inicial de la competición liguera. Juanfran se quedará solo y en lo más alto del pódium de los jugadores granotas con mayor presencia en el ámbito de la Primera División.

No es un choque más en su currículum. No es una cuestión banal para un futbolista que defiende con orgullo su pertenencia al club que ejerció una descomunal atracción desde su más tierna infancia cuando cogido de la mano de su abuelo decidió cruzar ese mágico umbral que le introdujo de lleno en la escenografía del Estadio Ciutat de València. En ese instante, nunca llegó a imaginar la estrecha entente que, con el paso del tiempo, mantendría con ese escenario. Ni que el Ciutat sería un referente en una carrera que se extiende. Juanfran cumplirá noventa y nueve batallas con la camiseta de la entidad de su barrio frente al Málaga. Lo hará en su entorno más inmediato y cercano y muy cerca de los suyos. La cifra es realmente definitoria porque le permite superar la frontera que hasta la fecha compartía con Sergio Ballesteros y Vicente Iborra en el panegírico de los futbolistas con más entorchados en la elite representando al Levante.

Quizás todo se haya dilatado en el tiempo. Los números no engañan en ese sentido. Titular indiscutible en la era en recorrido de Joaquín Caparrós, Juanfran se descabalgó del derbi ante el Valencia en Mestalla después de la expulsión que sufrió en el duelo anterior contra el Atlético de Madrid. Todo parecía preparado para que la efeméride se cumpliera en uno de los partidos que perduran en el imaginario de los estamentos afines al levantinismo. Sin embargo, ese contingente propició un aplazamiento momentáneo.

Desde ese prisma, la estadística es rica y reveladora. Hasta el advenimiento de ese duelo la presencia del defensor en las alineaciones era continuada. No había picos, ni depresiones en su expediente personalizado del presente curso. Sus apariciones sobre el tapete eran lineales con el brazalete emergiendo en su brazo. Podría trazarse una cronología del paso del Levante por la temporada 2013-2014 con Juanfran como principal exponente.

El hecho en sí avala su retorno al campo después de cumplir un encuentro de sanción para acotar un nuevo registro en su carrera. No es el único en su estancia en el Levante. Quizás haya que bucear por la profundidad del calendario para encontrar el rastro primigenio de Juanfran. Esa pertinaz búsqueda significaría trazar una alianza con el pasado para regresar a la década de los años noventa en el marco de una entidad con pocas conexiones con el presente. Aquel jugador emergente que comenzó una carrera itinerante decidió volver en enero de 2010 a su club de origen para cerrar el círculo futbolístico.

Las puertas siempre estuvieron entreabiertas y le faltaban por vivir las aventuras más extraordinarias y excitantes. La historia ha sido vertiginosa desde entones con Juanfran como uno de los principales intérpretes; el ascenso a Primera, las permanencias encadenadas en un territorio hostil, la llegada a la Europa League y la huella impresa por la Vieja Europa, su gol ante el Helsingborgs y la firme posibilidad de liderar la nómina de los jugadores con más episodios en Primera. Y el sol no parece ocultarse.