El Valencia de Pizzi arrolla al Levante UD (2-0)

El conjunto valencianista fue muy superior

Dani Meroño | 04 ENE. 2014 | 21:52

El Valencia se llevó el derbi de las necesidades contra un Levante que acusó la falta de efectivos. Y es que el efecto Pizzi tuvo el objetivo deseado: vencer y convencer. Por parte granota, las dudas crecen y aumentan según pasa una temporada en la que Caparrós está sufriendo más de lo esperado.

Porque Valencia CF y Levante UD se encontraban en un derbi de urgencias donde una derrota suponía luchar por salir del pozo mientras que una victoria permitía seguir luchando por Europa a quien saliera victorioso. De ahí, la temeridad de ambos conjuntos a mostrar un planteamiento que fuera más ofensivo que su inmediato y más cercano rival.

Por parte valencianista, el descarte de Míchel entraba dentro de lo comprensible viendo la dinámica del jugador de Burjassot esta temporada, no así el de Canales. El cántabro se quedaba fuera por decisión técnica en un partido donde Barragán pasaba de estar entre los descartes a ser titular, a causa de la inesperada gastroenteritis de Joao Pereira. Mientras que, por parte granota, la titularidad de Barral y la inclusión de El Adoua en el once tipo eran las únicas novedades en un conjunto que no termina de arrancar esta temporada.

Puede ser por ello, que el partido fuera lento, tosco y con pocas ocasiones. Si bien el balón lo tuvo el conjunto de Juan Antonio Pizzi, no supieron muy bien qué hacer con él. Con un juego más directo y sin tanta elaboración, la apuesta por Postiga no terminaba de funcionar y el Levante se sentía cada vez más cómodo en el terreno de juego. Pero cuando mejor estaba el equipo de Joaquín Caparrós apareció Pablo Piatti, quien aprovechó un mal despeje de la zaga granota, marcaría el primero de la noche con un fuerte disparo en el que Keylor Navas poco o nada pudo hacer.

De esta forma acabaría una primera parte con pocas ocasiones para ambos equipos y donde solo un par de disparos lejanos inquietaron ambas metas defendidas por Keylor Navas y Diego Alves.

Nada que ver con la segunda parte. El ritmo, mucho más alto, lo impuso un Valencia con ganas de golear ya que dispuso de las mejores ocasiones. Primero con un disparo lejano de Oriol Romeu en el que Keylor Navas tuvo que emplearse a fondo y, después, con una clara ocasión de Postiga en la que no acertó a rematar cara a puerta desde el área pequeña. El conjunto de Caparrós se convirtió en un espectador de lujo del buen juego valencianista en la segunda mitad.

Un penalti más que claro sobre Jonas, o unas manos al borde del área eran señal de que el Valencia atacaba sin cesar y que estaba haciendo bien las cosas. El conjunto granot se defendía como podía y, a base de contragolpes, llegó la más clara del partido para los de Caparrós. Un error defensivo propició una clara ocasión de Rubén García que no pudo superar a un acertado Alves. Una ocasión que sería un espejismo.

Y lo sería porque el Valencia CF tenía claro que era la noche para engancharse a la Liga BBVA y, por ende, a los puestos europeos. Por ello, el ataque incesante de los de Mestalla tuvo su premio. Una jugada personal de Feghouli en la que se marcha de tres rivales supuso el segundo tanto en el marcador de los de Pizzi.

El resultado no se iba a mover más, pero la sensación es que los pupilos de Pizzi podían haberle hecho un traje a un paupérrimo Levante UD que acusó en exceso las bajas.